INGREDIENTES PARA UNOS 50 BUÑUELOS
150 g de harina de fuerza
1 manzana
Una pizca de sal
Una pizca de azúcar
100 g de mantequilla
125 ml de leche
125 ml de agua
3 huevos de tamaño normal (50g)
Aceite de oliva
Azúcar
Anís
PREPARACIÓN Y COCCIÓN
Mezclamos la harina con la sal y el azúcar, tamizamos y reservamos.
Ponemos en un cazo la leche, el agua, la mantequilla y calentamos.
Removemos suavemente y, justo antes de que hierva, vertemos la harina de golpe, removemos enérgicamente un minuto hasta que la pasta se despegue de las paredes del cazo.
En este punto, retiramos del fuego y añadimos los huevos uno a uno. Primero un huevo, removemos hasta que se integre por completo, después añadimos el segundo de la misma manera y, luego, el tercero.
Rallamos la manzana, la añadimos y ya tenemos la masa lista a punto de freír.
La podemos poner en una manga pastelera (tendremos que ir presionando y cortando la masa), e ir haciendo los buñuelos; o bien darles forma con dos cucharillas e irlos poniendo dentro del aceite caliente.
Para freír los buñuelos, pondremos un cazo al fuego con aceite de oliva.
Si la masa está bien hecha, cuando estén fritos por un lado se darán la vuelta sólos.
A medida que los vamos haciendo, los ponemos en un plato sobre papel absorbente.
Para terminar, los podemos rociar con anís seco, dulce o ratafía y luego pasarlos por azúcar.
PARA SABER MÁS
Es importante que la mezcla de leche, agua y mantequilla no hierva, en caso contrario los huevos no se incorporarían bien y la masa se cortaría. Los huevos deben añadirse con la masa fuera del fuego y es importante no añadir el siguiente huevo hasta que el primero esté bien incorporado.
RESULTADO
Un postre para chuparse los dedos. Qué aproveche!
Montse y Julia