INGREDIENTES

1,500 kg de tomates maduros
650 g de azúcar moreno de caña (también puede ser blanco)
1 limón pequeña
1 vaina de vainilla

MATERIAL NECESARIO

Una cacerola de acero inoxidable
Una cuchara o un utensilio de acero inoxidable para remover (evitar la madera)
Frascos de vidrio con tapaderas, muy limpios

PREPARACIÓN Y COCCIÓN
Ponemos una olla con agua a calentar. Lavamos los tomates, hacemos dos cortes en la base del tomate. Cuando el agua hierva los escaldamos un par de minutos, los retiramos y dejamos enfriar. Los pelamos y les quitamos la parte verde dura. Les hacemos un corte profundo en forma de cruz en la base y con las manos los exprimimos para sacar las semillas y el exceso de agua. Los cortamos a trocitos, pesamos y ponemos en un recipiente adecuado que se pueda tapar.

Añadimos 650 g de azúcar por cada kg de tomates limpios. Ajustamos la cantidad de azúcar al peso de los tomates. Lavamos el limón. lo cortamos a rodajas finas, sin pelarlo, y lo añadimos al recipiente. Lo dejamos reposar  en la nevera  3 o 4 horas. La fruta se reblandecerá y se irá mezclando con el azúcar. También lo podemos dejar reposar toda la noche.
Ponemos la la fruta con el azúcar en una cazuela y calentamos. Cogemos la vaina de vainilla, con un cuchillo fino la cortamos a lo largo, raspamos el  interior y lo añadimos a la cazuela (también añadimos la vaina abierta). Calentamos suavemente para que coja temperatura lentamente. Iremos removiendo con suavidad con las varillas de acero inoxidable. La mermelada irá cambiando de color y de consistencia, lo podremos comprobar removiendo. El tiempo de cocción es aproximado; para 1,700 Kg de mermelada necesitaremos 1h 30 minutos; dependerá del grado de madurez, de la variedad del tomate, del fuego, de la cazuela que utilicemos, hay muchos factores.

Como sabremos si la mermelada tiene la consistencia correcta?

Cuando empezamos a cocer la mermelada, ponemos un plato pequeño en el congelador y vamos haciendo pruebas.
Sacamos el plato del congelador, ponemos una cucharada de mermelada y entramos a la nevera. Esperamos unos minutos a que enfríe, empujamos la mermelada con el dedo y si hace pliegues ya la tenemos lista.
También observaremos que cuando lleva un buen rato cociendo, las burbujas explotan más lentamente y hacen más ruido, la mermelada no hierve con tanta alegría y nos cuesta más removerla.

Cuando tengamos la mermelada en su punto, paramos la cocción y dejamos reposar un buen rato. Mientras tanto, tendremos preparados los frascos que habremos lavado muy bien, (los podemos hervir o secar en el horno a 100 ºC. Llenamos los botes con la mermelada caliente hasta el cuello del frasco. Repasamos los bordes de los botes para que queden bien limpios. También repasaremos el interior de las tapaderas con un papel de cocina que tendremos mojado con alcohol. Lo tapamos bien.
Cogemos una olla de tamaño adecuado y la llenamos con agua caliente del grifo hasta la mitad, en el fondo ponemos un paño de cocina doblado. Colocamos dentro los botes llenos, bien tapados, y calentamos hasta llevar a ebullición. El agua debe cubrir los botes un par de dedos por encima. Hervimos a 100 ºC durante 30 minutos, paramos la cocción y dejamos enfriar sin tocar los botes. Una vez fríos, los retiramos, secamos y etiquetamos.

PARA SABER MÁS

También podemos cocer la mermelada con 1/2 barra de canela. Se conserva bien de un año para otro. Para guardarla, elegiremos un lugar oscuro, fresco y seco.

RESULTADO

Esta mermelada os encantará, no parece hecha con tomates. Para acompañar quesos, yogur, con helados diversos, con requesón, quesos frescos, y por que no, a cucharadas. No tiene nada que ver con cualquier mermelada que podáis comprar. Buen provecho!

Júlia